y yo sigo sumida entre libros que no termino, en juegos que para mi apenas comienzan, sintiendo el futuro aun es un tema pendiente.
Me gusta pensar que mantengo las promesas que me hice cuando niña, pero luego caigo en la duda de que si vale mantener lo que prometiste cuando tenias 10 años. Al menos la falta de experiencia de esos años me da la certeza que aquellas promesas eran más puras que mis intereses hoy dependientes del medio.
¿Por qué no puedo pensar en ser escritora, sin que a ese pensamiento le muerda los tobillos la miseria? Quisiera haber nacido en el siglo XVII y que mi oficio fuera respetado; pero debería haber sido hijo de noble y si: "hijo".
.-Genevieve
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| Ilustración de Corinne Reid |
